Seminario Permanente del Centro de Estudios de Ejecución Penal
Escuelas en contexto de encierro
En el marco del Seminario Permanente del Centro de Estudios de Ejecución Penal, el pasado 17 de septiembre en el Salón Azul, se llevó adelante la actividad Escuelas en contexto de encierro, con la exposición de Griselda Iglesias y Jimena Leoni.
Para comenzar, Griselda Iglesias expuso una serie de aportes teóricos para poder reflexionar junto con la película, que se mostró posteriormente, sobre cómo se desarrolla la educación en la cárcel de San Martin, que es una cárcel de máxima seguridad. Asimismo, expuso que la educación como derecho humano se debe analizar en la complejidad del entorno carcelario.
En lo que atañe a cómo se entendió históricamente la educación en contexto de encierro, la oradora indicó que entre los 50 y los 70, se planteaba como educación especial y correccional. Luego, pasó a una educación de adultos y desde los años 90 a la actualidad, se considera al individuo un sujeto de derecho y cambia el entendimiento en términos jurídicos de la persona que está privada de su libertad. “Tenemos a la educación como un derecho humano más allá de cualquier condición social, económica, etnia, orientación sexual, privación de la libertad, entre otros”, manifestó Iglesias. Más adelante, añadió que hay educación primaria y secundaria; hay formación profesional, capacitación de oficios desde los años 60/70 y hay educación terciaria y universitaria, pero no llega a todos los espacios. Luego, destacó como fundamental la oferta educativa no escolar. “En las prisiones hay un montón de actores, que no son el Estado, que van teniendo participación en el sistema penitenciario en el ámbito educativo. “Tenemos programas de alfabetización, tanto del servicio penitenciario, como de las universidades; intervenciones de ONG; intervenciones pastorales religiosas; universidades con proyectos de extensión; talleres del servicio penitenciario y talleres llevados adelante por los propios”, concluyó.
A su turno, Jimena Leoni comentó acerca de la experiencia que tuvo en la cárcel en el año 2011. A raíz de su visita, se interesó por realizar su tesis pensando en los sujetos que están privados de su libertad. “Me encontré con un espacio en el que se habilitaban las prácticas artísticas. En esa cárcel que prisioniza, deteriora, genera violencia”, expuso. A modo de conclusión, la oradora puntualizó: “Si bien es cierto que hay un montón de dificultades cotidianas para estudiar en la cárcel, o para hacer talleres de arte como de los que participé, la realidad es que la mayor parte de la población carcelaria viene de sectores pobres, donde quizás no tuvieron o no accedieron a una educación; la escuela los ha expulsado en más de una oportunidad y tampoco han tenido posibilidad de experimentar prácticas artísticas. Entonces, lo paradójico de la cárcel es que es un lugar de encierro pero que promueve con lógica emancipadora un montón de espacios a los que quizás ellos no hubieran tenido acceso”.
“Lo paradójico de la cárcel es que es un lugar de encierro pero que promueve con lógica emancipadora un montón de espacios a los que quizás ellos no hubieran tenido acceso”, puntualizó Jimena Leoni.