El problema de las mentes animales
El problema de las mentes animales
El pasado 21 de agosto el Instituto Gioja organizó, a través de la plataforma Zoom, una videoconferencia titulada “El problema de las mentes animales”.
En esta oportunidad brindó su aporte Laura Danón, investigadora del CONICET y profesora de la Universidad Nacional de Córdoba. Este taller se realizó en el marco del ciclo “Fundamentos y elementos para un derecho animal no especista”.
De modo introductorio y haciendo referencia al tema principal de la charla, expresó: “Mucho de lo que nosotros conocemos acerca de nuestras mentes se basa en que podemos hablar unos con otros y aprender de nosotros mismos. Sin embargo, cuando hablamos de los animales debemos pensar qué podemos hacer para acceder a sus mentes dado que los animales no pueden hablar con nosotros”. Agregó que “necesitamos establecer cuáles serían buenos indicadores conductuales no verbales para determinar qué criaturas tienen mentes y cuáles no. Los diferentes filósofos de las últimas décadas se han ido interesando cada vez más por este tema y han impulsado investigaciones en donde se trabaja en el desarrollo de la interacción con distintas disciplinas científicas que abordan el tema".
Sobre las recientes investigaciones científicas de etología cognitiva, explicó: “Hoy tenemos buenas razones empíricas y teóricas para pensar que existen especies animales que tienen algún rasgo de mente. No obstante, la posición clásica de la filosofía occidental ha negado y rechazado históricamente la posibilidad de que los animales tengan algún tipo de razonamiento. Esto se debe a que, generalmente, se tiende a pensar que las únicas criaturas con mente somos los seres humanos".
En relación con el pensamiento clásico, opinó: “Las personas que sostienen esta postura suelen trazar una relación de dependencia entre el pensamiento y el lenguaje. Ellos creen firmemente que para tener pensamiento es necesario tener lenguaje y por eso entienden que, al no tener lenguaje, los animales no humanos carecen de capacidad de pensamiento. Además, existe un segundo argumento epistémico que establece que, en el caso de que los animales no humanos tengan mentes, las personas somos incapaces de acceder a ese conocimiento porque no podemos comunicarnos con ellos".
Hacia el final, se refirió a las evidencias de criaturas no lingüísticas que se distancian del tiempo presente y pueden llegar a tener capacidad de proyección: “Sobre esto hay mucho consenso científico y es por eso que podemos afirmar que muchas especies animales tienen comportamientos orientados al futuro, es decir, que se comportan de ciertos modos que se adaptan muy bien a lo que va a ocurrir. Esto no prueba necesariamente que estas especies se estén representando en el futuro porque algunas de esas conductas podrían ser patrones de comportamientos innatos que el animal tiene”. Y brindó como ejemplo el hecho de que los animales migran ante el cambio de temperatura. Sin embargo, sostuvo que “existe evidencia sobre algunos ejemplos de planificación. Algunos etólogos han señalado que los chimpancés de Tai, cuando llega la hora de dormir, eligen distintos lugares todas las noches cerca de los frutos que van a desayunar la mañana siguiente. Lo más interesante es que se ha visto una modificación en la movilidad de estos chimpancés en relación con la cercanía de los frutos. Si están más cerca de los frutos parten más tarde en busca de comida a la mañana. En cambio, si están lejos parten más temprano".