El derecho ambiental cubano, historia y presente
Para darle vida real al Convenio de Cooperación Académica que vincula a Argentina y Cuba, el Programa de Investigación e Intercambio de Profesores existente entre nuestra Facultad y la Cátedra Estudios Jurídicos del Ministerio de Ciencia, Técnica y Medio Ambiente del país caribeño, organizó una conferencia el 21 de marzo en el Salón Verde a la que fueron invitados dos profesores de la institución centroamericana para disertar sobre “El derecho ambiental cubano, historia y presente”.Se trata de Leonel Caraballo Maqueira e Idania Soto García, Presidente y Directora de Asuntos Jurídicos, respectivamente, de la Cátedra mencionada anteriormente. La presentación de las exposiciones por nuestra casa estuvo a cargo de la Profesora Beatriz Nuñez Santiago.
Derecho al Día tuvo el privilegio de presenciar la primera disertación a cargo de Leonel Caraballo Maqueira, quien además de brindar una visión particular del derecho ambiental, también instruyó al auditorio presente acerca de cómo funciona el sistema jurídico cubano en general.
A raíz de esto último, y a modo de introducción, nuestro invitado explicó que en Cuba las normas se estructuran en forma piramidal: con una Constitución en la cima (votada por el pueblo), luego las leyes (dictadas por la Asamblea Nacional, sin posibilidad de veto), los decretos-ley (emanados del Consejo de Estado), los decretos (por el Consejo de Ministros) y, finalmente, las resoluciones y circulares.
En materia netamente ambiental, Caraballo Maqueira prefirió comenzar haciendo algunas apreciaciones conceptuales. “¿Por qué nuestro objetivo de estudio es la diversidad biológica y no el hombre, el medio ambiente o la naturaleza?”, se preguntó. Para dar una respuesta a tal cuestión, se remontó al año 1997 cuando en Cuba se redactó la Ley 81 que definía al medio ambiente como “el sistema de elementos bióticos, abióticos y socioeconómicos con que interactúa el hombre a la vez que se adapta al mismo, lo transforma y lo utiliza para satisfacer sus necesidades”. “En aquel momento pensábamos que esa definición era la mejor”, comentó. El problema que se detectó luego es que tal denotación se volvía temporal —a raíz de las contingencias socioeconómicas— y que entonces no se condecía con la trascendencia histórica que el medio ambiente tiene respecto de los seres humanos. “Luego descubrimos que el medio ambiente es una espiral, no un círculo que tiene como centro al hombre”.
Para cerrar la idea, el profesor invitado sostuvo que el medio ambiente no puede ser el objeto nuclear del derecho ambiental “porque es un concepto difuso”. Tampoco consideró el término “recursos naturales” porque sólo hace referencia a la utilidad de lo que hoy se ha descubierto, cuando todavía no se sabe lo que será útil en el futuro. Allí se prefirió por tanto el concepto de “diversidad biológica”, entendida en términos generales como la variabilidad de los organismos vivos. Sin embargo, ¿dónde queda ahora lo abiótico? En ese momento, Caraballo Maqueira exigió asumir una visión “dialéctico-sistémica” en la materia, para poder comprender que la vida es un proceso en constante transformación donde tanto lo biótico como lo abiótico dependen el uno del otro para poder existir.
Luego de estas precisiones de rigor, nuestro disertante realizó un breve relato de la evolución histórica de la preocupación medio ambiental en Cuba. De esta manera, volvió hacia el descubrimiento de América, donde los adelantados describían a la isla caribeña como “el paisaje más bello que se haya visto”. En esa época, el medio ambiente no era una preocupación para la humanidad porque la población era escasa y los recursos abundantes. Sin embargo, hacia 1590 el desmonte para la cosecha de la caña de azúcar comenzó a traer serios problemas en el territorio, que sumados a la caza de plumíferos insectívoros para la confección de sombreros victorianos, disminuyeron considerablemente la capacidad agrícola de las tierras cubanas.
Es recién después de las teorías darwinianas que la Zoología deja de ser meramente descriptiva y se preocupa por el desarrollo y la sustentabilidad de las especies. En materia filosófica, aparecía el libro Dialéctica de la Naturaleza, de Engels, que se convirtió en una obra pionera en la comprensión del medio ambiente desde un punto de vista sistémico. En la Cuba propiamente dicha, en el siglo XX aparecen los análisis del Dr. Álvarez Conde, quien “ya hablaba de desarrollo sustentable antes del Informe Brundtland”.
Caraballo Maqueira dividió la historia ambiental cubana post-revolucionaria en dos etapas: la primera, entre 1959 y 1994, tomando como hitos los años 1976 y 1992, con la redacción de la Constitución de Cuba, cuyos artículos 11 y 16 ya hablaban sobre la soberanía de los recursos naturales y la protección del medio ambiente. En 1992 se creó un sistema nacional y la reforma constitucional que agregó el desarrollo sustentable. La segunda etapa se inició con la creación del CITMA (Ministerio de Ciencias Tecnología y Medio Ambiente de Cuba) donde se empezó a dar un impulso fuerte desde el propio gobierno. Hoy se está intentando lograr un aumento en el número de áreas protegidas.
Para finalizar, el profesor Caraballo Maqueira fundamentó el por qué de una responsabilidad medio ambiental: “No somos la única especie, pero sí la más inteligente. Eso nos hace más responsables porque nosotros podemos decidir”.
La jornada continuó en debate con el público.
Para más información: http://www.cubagob.cu/des_soc/sitio-citma/ciencia-index.htm