El debate sobre quién tiene la última palabra
Con la organización de la Cátedra de Derecho de la Integración (Dr. Calogero Pizzolo), el pasado 13 de junio en el Salón Azul se desarrolló la actividad “El debate sobre quién tiene la última palabra”, en cuyo marco Néstor P. Sagüés (profesor de Derecho Constitucional), Daniel Sabsay (profesor titular de Derecho Constitucional) y Susana Albanese (profesora titular de Derechos Humanos) presentaron el libro Comunidad de intérpretes finales, de Calogero Pizzolo.
En primer lugar, Néstor P. Sagüés expresó que “la presentación que hace el libro es indispensable para comprender los problemas propios”, y sostuvo que el conflicto de quién tiene la última palabra “está e inexorablemente tenía que aparecer. Lo importante es encontrar fórmulas de compatibilización que sean razonables, entendibles y potables, lo que requiere una mutua actitud de comprensión tanto de las cortes locales como, en nuestro caso, de la Corte Interamericana de Derechos Humanos”. Asimismo, manifestó que “si no existe esa voluntad de compatibilización, el problema permanecerá insoluble y es probable que el sistema interamericano pueda resquebrajarse en el futuro”.
Luego, indicó que el dialogo, que es una alternativa que tiene mucho de realidad y también mucho de mito, está expresamente abordado en esta obra y nos plantea interrogantes en torno a la disposición para el mismo. Por otro lado, afirmó que es “un libro indispensable, sobre todo para el lector latinoamericano, para entender la problemática y para intentar fórmulas de arbitraje entre el derecho nacional y el derecho internacional de los derechos humanos”. Hacia el final, puntualizó que “es un libro que se debe proyectar a todo el escenario hispanoamericano, especialmente latinoamericano por las dificultades actuales de armonización entre la Corte Interamericana de Derechos Humanos y ciertos tribunales nacionales, no solamente los argentinos”.
A su turno, Daniel Sabsay expuso que Calogero Pizzolo ahonda en la temática de la enorme dificultad de poder coordinar distintos órdenes jurídicos y sus respectivas cortes y tribunales, “estudiando con un detalle realmente sorprendente cada una de las técnicas de cohabitación y de adecuación de modo de facilitar las soluciones, y lograr sobre todo una mayor protección de los derechos humanos; la idea básica siempre es tener un refuerzo en la protección de los derechos humanos”. Dirigiéndose a Calogero Pizzolo, manifestó que “vive del sistema interamericano de protección de los derechos humanos y sus conexiones con el europeo. Se ubica confortablemente en este espacio sin salir de él”.
Más tarde, se refirió a un tema que se trata en el libro: el margen de apreciación nacional, que juega el rol semejante al de una protección equivalente. En este sentido, señaló que el autor afirma que “ha resultado ser una técnica de cohabitación útil aunque esta deferencia permite dejar momentáneamente a un lado la doctrina del consenso europeo (common background), que promueve normalmente el Tratado Europeo de Derechos Humanos y facilita una integración a través de los derechos. El problema es encontrar un espacio para esa técnica y decantar sus limitaciones”.
Finalmente, Susana Albanese recordó, en primer lugar, que transcurrieron ya diez años de la presentación de uno de los libros de Pizzolo (El sistema interamericano), “en donde, según el esquema rigurosamente elegido el autor centraliza el estudio en los órganos receptados en la Convención Americana sobre Derechos Humanos”, explicó. Y también que hace treinta años, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitía sus primeras sentencias.
Con relación a la obra en sí misma, enfatizó que “la variedad y riqueza de la interpretación de normas, principios y valores es el eje temático del libro”. Además, expuso que se abordan cuestiones complejas tales como cómo interactúan los tribunales internacionales creados con diferentes objetos y fines con los máximos tribunales nacionales en cuanto a la temática que arriba a sus espacios jurisdiccionales, se vincula necesariamente con leyes, sentencias o actos administrativos internos, o a la inversa; cómo interactúan los máximos tribunales de la judicatura interna cuando la temática tratada ha sido resuelta o tratada por tribunales internacionales; y cómo interactúan los tribunales internacionales de diferente origen, con objetivos diferentes, que tienen algunos tienen en común declaraciones básicas sobre temas esenciales y otros tienen en común derechos y garantías que constituyen su contenido central. “Nos encontramos ante relaciones que constituyen el núcleo del plan elegido para desarrollar diferentes vinculaciones a través de la doctrina y la jurisprudencia que abundan con eficacia y actualidad en esta obra”, subrayó.
Para concluir la presentación, Calogero Pizzolo brindó una serie de agradecimientos.