El constitucionalismo como un diálogo entre iguales
En el SUM del Gioja, el pasado 14 de noviembre se llevó adelante la presentación de la Constitución Comentada, coordinada por Roberto Gargarella y Sebastián Guidi.
En primer lugar, Sebastián Guidi recordó cómo surgió la idea de la obra: “Esto arrancó hace seis años en Chascomús y la idea era un poco poner en conversación dos tipos de práctica académica, o mejor dicho, un tipo de práctica académica con la práctica jurídica. A veces desde el espacio que coordina Roberto, había muchas discusiones en abstracto y mucha gente desde la práctica a la que intentábamos influir, no estábamos en diálogo y la idea era crear espacios en los cuales la práctica jurídica estuviera en diálogo con la crítica académica”.
Luego Roberto Gargarella comentó el objetivo del libro y presentó algunas ideas para propiciar la discusión. “La idea era hacernos cargo de lo que es la práctica jurídica constitucional realmente existente, y esto es una idea un poco dworkiniana, interpretarla a la luz de los principios que la justifican. Es decir, cuáles creemos nosotros que son los motivos que justifican esa práctica y cuál es la mejor manera de leerla a esa luz. La idea es justamente poner en dialogo esa construcción teórica”, señaló.
Para comenzar, sostuvo que “el derecho constitucional, tal como lo conocemos y es una lectura posible, nació y se desarrolló, diría en su mejor versión, a partir del trauma de la crisis de los derechos: Segunda Guerra Mundial, nazismo, fascismo, genocidio”. Y añadió que “pensemos en Estados Unidos después de la enmienda 14, la lucha por los derechos civiles, la Corte Warren. Pensemos en América Latina el reforzamiento agravado, dramático, que tuvo la crisis de los derechos después de las dictaduras que pasaron por la región en los años setenta, ochenta”.
En ese sentido, reconoció que el constitucionalismo durante muchos años trató de dar cuenta de la crisis de los derechos: “Tomó la pregunta sobre qué derechos incluir en la constitución, cómo litigar los derechos, cómo interpretar los derechos, qué pueden hacer los jueces, cómo se llega a la Corte Interamericana, cómo se llega a los tribunales internacionales. Se hicieron un montón de cosas, insisto, de modo muy limitado y muy problemático también, pero se hicieron muchas cosas desde el constitucionalismo tratando de lidiar con la crisis de los derechos. Mi pregunta es qué hacer con la crisis de la democracia”.
Asimismo, sostuvo que no se está lidiando bien con ese problema desde la doctrina. “Creo que superponen los problemas del constitucionalismo con los problemas de la democracia. Y mi intuición es que podemos reparar todas las tuercas de frente al desmantelamiento de los grandes presidentes abusivos Bolsonaro, Trump, Erdogan, Orbán. Es indudable y es un poco lo que traumatiza a la gente que escribe sobre erosión democrática. Antes los golpes mataban a la democracia de un momento, ahora lo que ocurre es ese desmantelamiento, se van desajustando las tuercas los presidentes de turno con pasos todos legales y van desmantelando el sistema democrático”, indicó.
A continuación, sostuvo que “hay controles que se han aflojado, sistemas de checks and balances que no funcionan bien, pero el tipo de naturaleza de problema que tenemos, la dimensión del problema que tenemos trasciende largamente el problema que es propio de los desajustes constitucionales de la vieja maquinaria de checks and balances”.
En relación con lo anterior, enfatizó que “la doctrina que hoy identifica al menos ese problema sigue embarrada, empantanada en el viejo esquema, en parte porque presupone una lectura muy entre elitista y minimalista de la democracia, de desconfianza, no es cuestión de abrir las puertas a estos acontecimientos”. Y agregó que “la única buena noticia que yo veo en el constitucionalismo contemporáneo es que aparecen experiencias de discusión inclusiva en todos lados que muestran que existe reconocimiento del problema, reconocimiento de la naturaleza que es democrática y la aspiración, la apuesta por salidas de discusión más abierta”.
Seguidamente, se inició un intercambio entre los y las presentes.