Docencia y mujeres en el derecho
En el Salón Verde, el pasado 27 de octubre, el Área de Igualdad de Género y Diversidad para Estudiantes en conjunto con el Instituto de Investigación en Educación Superior (IIES/ADUBA/UBA), ADUBA y la Asociación de profesoras y profesores universitarios de Buenos Aires para la cooperación internacional, organizaron el encuentro "Docencia y mujeres en el derecho". Participaron en calidad de disertantes Alejandra Lázzaro, docente de Derecho Constitucional; Cristina Carreras Lobo, docente y secretaria de Vinculación Estudiantil e Innovación Social de la Facultad; Agustina Malandra,docente y coordinadora del Área de Igualdad de Género y Diversidad para Estudiantes; Luciana Scotti, docente, investigadora y secretaria de Investigación de la Facultad, María Cecilia Maffei, docente y jueza del Tribunal Oral Criminal Nª 1 de Quilmes; y Viviana Albertus, docente de Teoría del Estado, abogada litigante. Betsabe Ollivier ofició de moderadora.
Para comenzar, Alejandra Lázzaro manifestó: “Cuando hablamos del derecho de las mujeres a participar en la vida política pública de un país, en realidad estamos refiriéndonos al ejercicio efectivo del poder. Nos admiten para trabajar, pero cuando llega el momento de ejercitar un cargo ahí es donde se ve la problemática”. Luego, puntualizó en el Poder Judicial: “Es un poder eminentemente masculino y las modificaciones que tuvo fueron consecuencia de los cambios en la sociedad. A pesar de esto, la situación en la actualidad es que mantenemos una segregación vertical y horizontal desde el punto de vista estructural y desde el punto de costa de fondo se está discutiendo sobre la perspectiva de género”. Consecuentemente, opinó: “El gran desafío sigue siendo la paridad a pesar del avance que hemos tenido. La respuesta no puede ser ‘es la política’. Algo no está funcionando”
Asimismo, Cristina Carreras Lobo destacó la conformación e integración paritaria de la Secretaría de Vinculación Estudiantil e Innovación Social de la Facultad de Derecho. No obstante, criticó: “Las mujeres siempre tuvimos limitaciones, ya sea por temas presupuestarios, por poder político, por cargo, por responsabilidades, etcétera. Es mentira que si llega una llegamos todas porque seguramente la que llega se tendrá que masculinizar para ser respetada en el lugar. Nos falta recorrer un largo camino”.
Por su parte, Luciana Scotti dedicó su presentación en torno a su experiencia laboral: “Los ámbitos en los cuales me desempeño son áreas en donde la mujer desde hace varios años tiene un rol significativo, más destacado”. En segundo término, resaltó la importancia y la necesidad de trabajar en los cursos desde la perspectiva de género.
A su turno, Agustina Malandra planteó como punto de partida la labor del Área de Igualdad de Género y Diversidad para Estudiantes: “Antes de 2018, cuando comenzó el trabajo del área, había una demanda y una necesidad de que alguien nos escuche y nos contenga. Más de la mitad de los/as estudiantes, son mujeres. Lamentablemente, se creó el área, pero sólo para estudiantes y no para docentes u otro personal de la Facultad, por lo cual muchas veces esos miembros no saben cómo actuar”. De esta manera, explicó el protocolo de actuación y la importancia de denunciar: “Se debe enviar un mail para que se active el protocolo y se posee un plazo de cinco días para recibir la contestación del área. Se pacta una entrevista siempre respetando la privacidad de la persona y se decide el procedimiento. La idea es tomar una medida para que cese la conducta, o se puede efectuar una denuncia administrativa a cargo del área jurídica de la Facultad”.
A continuación, María Cecilia Maffei añadió: “A las mujeres se les requiere una exigencia mayor que a los hombres, es decir, hay un plus diario en todos los roles que ocupamos. Es una exigencia que muchas veces cuesta llevar a cabo justamente porque una prioriza determinados momentos de su vida. Sin embargo, termina siendo aun así satisfactorio porque me siento acompañada por muchas otras mujeres”
Para finalizar, Viviana Albertus evocó: “En el ejercicio de la profesión me he encontrado con muchas situaciones en donde se evidencia desigualdad, violencia, maltrato, acoso. El reconocimiento de los derechos humanos no se produjo al mismo tiempo en el caso de los hombres y las mujeres”. En tal sentido, enfatizó en el trabajo efectuado por la Asociación de Docentes de la UBA (ADUBA), al ser un eslabón importante en la lucha y el acompañamiento. Hacia el final, concluyó: “Falta mucho porque todavía se siguen evidenciando situaciones que se deben extinguir”.