Diálogo abierto con Tex Harris y Jeff Frazier
Ambos tienen una gran trayectoria en la lucha por los derechos humanos desde la función pública estadounidense. Tex Harris fue funcionario de la Embajada de los Estados Unidos en Argentina a fines de los 70 durante el gobierno de James Carter y denunció las violaciones a los derechos humanos que se cometieron durante la última dictadura en nuestro país. En su tarea como Secretario del área política, Harris estuvo al frente de un equipo que recopiló 13.500 denuncias sobre violaciones a los derechos humanos ocurridas en los primeros años de la dictadura. Actualmente, el diplomático se encuentra de visita en la Ciudad de Buenos Aires donde se reunió con legisladores nacionales y representantes de organizaciones de derechos humanos. Tex Harris fue condecorado con la Orden del Libertador.
La presentación estuvo a cargo de la Vicedecana Dra. Mónica Pinto y actuó como moderador el Dr. Sergio Di Gioia (Profesor Adjunto de Teoría del Estado), quien resaltó que este tipo de visitas sirven para generar los anticuerpos que eviten la repetición de violaciones masivas.
Tex Harris comenzó diciendo que el Nunca Más es una frase dolorosa no sólo para Argentina sino para todo el mundo que ha sufrido vejaciones sistemáticas a los derechos humanos. Según comentó, en los 70 había dos visiones respecto a la política internacional: en Argentina estaban los militares, quienes querían acabar con el terrorismo y la subversión comunista que según ellos amenazaban a Occidente; y para eso actuaban violando todas las leyes. La justificación que ellos le daban a él como Embajador era que había que curar el “cáncer” del terrorismo como método para salvar el cuerpo político. Pero, por otra parte, Harris adujo que es un error pensar que la visión estadounidense de aquella época era monolítica en el sentido que sólo apoyaba ese tipo de accionar en los países. Al mismo tiempo que en Latinoamérica se consolidaban los más terribles gobiernos, en Estados Unidos ganó las elecciones Jimmy Carter, quien llevó adelante una defensa internacional de los derechos humanos. La función de Harris como Embajador de ese gobierno era la de transmitir lo que sucedía en Argentina a otros gobiernos y a la prensa mundial. Este trabajo se desarrollaba de manera clandestina puesto que las intenciones oficiales distaban mucho de querer informar a la ciudadanía. El caso argentino, según Harris, fue el Test Case (Caso piloto) y a la vez el Last Case (Caso final) para el fortalecimiento de la lucha por los derechos humanos en el mundo en aquella época. Mucho les reconoció Harris a las Madres de Plaza de Mayo por haber logrado que el caso de los desaparecidos diera la vuelta al mundo despertando la conciencia de los gobiernos extranjeros. Más tarde, reflejó las situaciones absurdas que se suscitaban en aquel momento, cuando por ejemplo la URSS, a la vez que acá mataban militantes comunistas, apoyaba al gobierno argentino a cambio de que le vendiera materias primas a bajo costo. Finalmente, expresó que la lucha por los derechos humanos es una batalla por la memoria pero también por el presente.
A continuación, Jeff Frazier brindó un breve panorama del presente de los derechos humanos en los Estados Unidos. Comentó que hacia el año 2000 la lucha contra el narcotráfico se entremezclaba con la discriminación racial al punto que el 70% de los encarcelados por drogas eran negros. A su vez, recordó que con el caso “Tulia” eso había podido demostrarse, y que varios organismos de derechos humanos lograron llevar la discusión al Congreso para cambiar las leyes. Pero lamentablemente, el atentado a las Torres hicieron retroceder todos los logros a que se habían alcanzado, dado que en nombre de la lucha contra el terrorismo volvieron a aparecer viejos flagelos. En los últimos 30 años los estadounidenses perdieron muchos derechos por la lucha contra la droga, pero el gran miedo de Frazier es lo que vaya a suceder con la guerra contra el terrorismo. Por eso sugirió que la ayuda en estos temas debe ser conjunta.
Luego, el acto prosiguió con el diálogo abierto a las preguntas del auditorio.