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Año XXII - Edición 391 22 de junio de 2023

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Derecho en primera persona: Encuentro con Magda Hernández y Gabriela Cueto a partir de la proyección "Fragmentos de una amiga desconocida"

  • Notas

El pasado 18 de mayo, el Centro de Derechos Humanos organizó un encuentro con Magda Hernández y Gabriela Cueto, directora y productora, respectivamente, del documental “Fragmentos de una amiga desconocida” que narra la historia de Cristina Vázquez, quien, sin pruebas, fue juzgada y condenada por un crimen que no cometió, permaneciendo más de 12 años privada de su libertad.

Magda Hernández estudió comunicación, realizó una maestría en periodismo documental y trabaja como asesora de comunicación en RRSS para organizaciones no gubernamentales e instituciones educativas. Remarcó que muchas veces se olvida que detrás de los expedientes hay personas. La idea del documental era visibilizar la historia de una condenada injustamente para que crezca la empatía con estos casos.

Por otra parte, recordó las dificultades que vivieron durante la producción debido a los obstáculos para acceder a los expedientes del fallo. Remarcó, además, el abismo que se visualiza entre las personas que estudiaron derecho y las que no. La construcción de un lenguaje que se hace para pertenecer terminan confundiendo y haciendo que los procesos legales sean aún más lentos. El documental busca también que las personas que no están familiarizadas con los conceptos y procesos legales tengan una idea más cercana de ellos y puedan entrar a ese mundo, para que posteriormente no se sientan tan aislados.   

Por su parte, Gabriela Cueto continuó con la idea de la poca información y añadió sobre la relación de poder entre la autoridad “intelectual” y los clientes o hasta pacientes que se ven siempre en una situación desigual.

Otra de las problemáticas es la confianza que uno le da a los escritos “profesionales”: sin utilizar la lógica se copia y pega lo que otro dijo. Esto puede causar la expansión de ideas o conceptos erróneos que confundan aún más a las personas. Examinó también el miedo o la falta de ganas para innovar. Por ejemplo, se refirió a la transcripción, ya que hoy existe una negación para utilizar las nuevas aplicaciones para recolectar datos exactos.

Hizo referencia también al daño causado por los errores de los Estados que juzgan de manera errónea a las personas. No hay una reparación rápida y eficiente sobre estas víctimas de las cuales se las adjudicó un crimen. Cabe aclarar que muchas de estas personas cumplieron condenas en la cárcel siendo inocentes. Dichas penas incluyen los 12 a 14 años de condena.