Derecho del trabajo digital
El pasado 15 de noviembre, en la Sala Vélez Sarsfield, tuvo lugar una jornada sobre derecho del trabajo digital, en la que se abordaron las temáticas de trabajo a distancia, teletrabajo y trabajo de plataformas. La actividad fue organizada por el Departamento de Derecho del Trabajo y la Seguridad Social. Francisco Trillo (profesor titular de Derecho del Trabajo de la Universidad de Castilla-La Mancha) participó en calidad de expositor.
Pero primero, Guillermo Gianibelli, titular de la cátedra de Derecho del Trabajo, presentó al disertante. En primer lugar, destacó su trabajo en el Centro Europeo y Latinoamericano de Diálogo Social. “Es importante haber incluido a nuestra Latinoamérica grande”, remarcó. Asimismo, comentó varias de las obras publicadas por Trillo, entre ellas, El Derecho en el trabajo digital. “Cuyo tema es el que nos compete en el diálogo de hoy”, recordó. “Este encuentro es la culminación de los varios trabajos enfocados en el teletrabajo”, sostuvo. Para finalizar la apertura, describió al expositor desde una mirada más personal. “Permanentemente, interactúa no sólo con la normativa sino con la realidad social política-histórica en función del principal actor de las relaciones de trabajo: el sindicato”. En ese sentido, enfatizó que “se crea una interseccionalidad entre la normativa y la realidad”.
A su turno, Francisco Trillo hizo referencia al fenómeno de la globalización como resultado de la comunicación y la trasmisión de información. “Hoy en día, gracias a la globalización, podemos tener una conversación horizontal”, planteó. Acto seguido, evaluó el tema de la exposición. “Hay un peligro, y es que solemos desconectar de la realidad del derecho y el trabajo”, indicó. Sobre esto, ofreció el ejemplo de las telecomunicaciones. “Parece que dentro de las plataformas digitales hay un comportamiento estancado donde no se hablan de temas de importancia para el desarrollo tanto de nuevas tecnologías como la calidad del mismo”, explicó. Continúo hablando del fenómeno de huida de las legislaciones y la realidad en este negocio nuevo. “Hay que enfrentar discusiones difíciles pero necesarias para la evolución de la materia como el tiempo de trabajo”, aclaró. Por otro lado, aludió a la normativa de teletrabajo. “No se ha armado un modelo puro del Derecho sino uno híbrido que trae consigo mayores dificultades, pero a veces ventajas según el tema abordado”, expresó.
Luego, compartió una serie de reflexiones. La primera de ellas fue sobre el trabajo a distancia y su regulación. “En Europa existe el Convenio del ITE y el del Marco Europeo donde se habla de combinar la seguridad y flexibilidad para proteger de manera global a las personas que trabajan a distancia”, sostuvo. Además, en relación con este tema, introdujo el tema de salud mental y mencionó el caso de los mails y mensajes en los fines de semanas no laborales. “Uno puede simplemente ignorarlos, tenemos esa libertad, pero también hay que aceptar que nos genera cierta ansiedad saber sobre el contenido de los mensajes y eso puede llegar a afectar nuestro tiempo libre”, postuló. En este marco, habló de la experiencia española. “Este tema sigue siendo muy tabú, donde los riesgos sociales pueden encontrarse tanto en el ámbito público y privado, de lo que hablo es los daños sufridos en el lugar de trabajo”, aclaró. “Dicha clasificación de los daños en el trabajo, tiene casos que varían desde los infartos hasta la caída en el baño”, señaló. A continuación, introdujo el accionar de los tribunales ante estos supuestos. “Dichos no cortan el nexo causal con el empleador a pesar de ocurrir en la casa del empleado”, manifestó. Otros de los ejemplos que ofreció fue el de la empresa Uber y su sede en Inglaterra, en donde se generó un conflicto respecto al control de los/as trabajadores/as. “La empresa no quería ocuparse del control de 30.000 empleados que se ocupan del manejo de los autos. El peligro de dicha falta de regulación recae en que las personas, por la urbanización y gentrificación de las ciudades utiliza este medio de forma masiva, ante esto se tiene que avanzar hacia una normativa que controle un servicio de uso constante por parte de la población”, reflexionó.
Por último, se propuso indagar en la protección del/de la trabajador/a y destacó dos pilares que son de vital importancia. “El primero es la presunción de inocencia del trabajador y la carga de la prueba puesta sobre el empleador”, opinó. La segunda, más complicada, tiene que ver con la negociación del algoritmo donde el sector empresarial está obligado a mostrar las deficiencias que puedan llegar a afectar el trabajo. “El conflicto principal es que los sindicatos tienen poca información y hay poca instrucción para prepararlos mejor”, sostuvo. Concluyó y dio por terminada la exposición para pasar luego a las preguntas del público. “Hay que seguir avanzando en el marco regulatorio de los trabajos virtuales y darle más espacio a la negociación colectiva”, concluyó.