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Año XXI - Edición 383 10 de noviembre de 2022

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Derecho de la vejez y adultos mayores. Homenaje a la profesora Olga Edda Ciancia

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El pasado 4 de octubre, en el Salón Rojo, se llevó adelante el encuentro “Derecho de la vejez y adultos mayores”, en homenaje a la profesora Edda Ciancia. El evento fue organizado por el Departamento de Ciencias Sociales. En este marco, brindaron su aporte: Hilda Eleonora Vallet (profesora Práctica Profesional, Facultad de Derecho, UBA), Lorenzo Mateo Bujosa Vadell (catedrático de Derecho Procesal, Facultad de Derecho de la Universidad de Salamanca) y Ricardo Rabinovich-Berkman. La coordinación estuvo a cargo de Isabel González Nieves.

En primer lugar, Luisa Amaya, hija de Olga Edda Ciancia, relato la trayectoria de su madre a lo largo de los años, destacando su paso por la docencia, puesto que “primero fue muchos años profesora del práctico, profesora de derecho procesal civil y comercial y también de derecho de familia y sucesiones”.

Posteriormente, Silvia Nonna describió brevemente a Olga Edda Ciancia, marcándola como una persona “(…) amable, agradable, responsable, una persona dedicada y, como acaba de decir su hija, apasionada. Como docente, exactamente los mismos calificativos, y yo agregaría además absolutamente confiable”.

A su turno, Ricardo Rabinovich-Berkman se refirió a las universidades como “(…) un conjunto de seres humanos, una comunidad, y las comunidades humanas se integran con quienes están en este momento, con quienes ya han pasado y con quienes van a venir, entonces en este mismo momento, en nuestra universidad de Buenos Aires, están todos aquellos, profesoras y profesores, que la han hecho ser lo que es, y están todos aquellos estudiantes, que están ingresando o que van a ingresar, al mismo tiempo son tres universos que coexisten, no hay una comunidad humana si esa comunidad humana no mira hacia un futuro y no se nutre en las raíces de quienes la han llevado a ser lo que es, por eso una comunidad que se respete a sí misma tiene necesariamente que homenajear a quienes la han hecho grande”. Finalizó declarando que “(…) como humilde director del departamento de ciencias sociales instituyó y encargó a la profesora Isabel González Nieves y a la profesora Hilda Vallet que todos los años se va a realizar el encuentro Olga Edda Ciancia sobre derecho de las personas mayores”.

Luego, Hilda Eleonora Vallet comenzó por relatar que “Edda, hace mucho tiempo, antes de ser adulta mayor, ya se preocupaba por el tema de los adultos mayores, y en general por el acceso a la justicia de los grupos en estado de vulnerabilidad (…) después, cuando ella fue adulta mayor, lo que la apasionaba y lo que ella pensaba era ‘yo puedo defenderme ante un atropello, ante una situación de violencia, yo tengo carácter, tengo herramientas, tengo un título, ¿Qué les pasa a estas personas vulnerables que no pueden defenderse?’, entonces ella fue quien me introdujo a mí en esta materia, por eso debo agradecer”. A continuación, compartió datos acerca de los adultos mayores en la Argentina, dijo así: “recordemos que tenemos una proyección de alrededor de un quince por ciento de adultos mayores, en Argentina, mayores de sesenta años, según la Convención Americana para los Derechos del Adulto Mayor, que se aprobó en 2015 (…) es adulto mayor el que tiene sesenta años o más”. Finalizó su ponencia relatando anécdotas que vivió junto a Olga Edda Ciancia.

Por último, Lorenzo Mateo Bujosa Vadell relato su relación con Olga Edda Ciancia, recordando que tanto él y sus colegas se “sintieron adoptados” por Olga, aclarando: “(…) yo como una madre, Federico como una abuela, que nos dijo ‘ustedes vienen a Buenos Aires claro, pero vienen a mi casa’ y lo dijo de una manera que no pudimos negarnos, le invadimos la casa, con apuro porque era una casa ajena, pero nos abrió los brazos, nos daba de desayunar, comimos con ella algunas noches, y nos tomábamos el colectivo para ir al centro”. Finalizó rememorando un momento particular en el que tuvo la oportunidad de dar clases junto con Olga Edda Ciancia, a lo que él la denominó como “una especie de Beatriz, que me cogió de la mano y me paseo por los salones de esta Facultad”.