Curso de Derecho del Trabajo - “Los sindicatos. Estructura, encuadramiento y actuación administrativa y judicial”
El pasado 17 de septiembre tuvo lugar en el Aula Magna de la Facultad de Derecho un curso de Derecho del Trabajo titulado “Los sindicatos. Estructura, encuadramiento y actuación administrativa y judicial” que contó con el Ministro de Trabajo de la Nación, Dr. Carlos A. Tomada como expositor principal. También estuvieron presentes los Dres. Carlos Luis Robinson Marin, Diego Fernández Madrid y María Granda.
En primer término, el Dr. Carlos L. Robinson Marin expresó unas breves palabras de presentación y luego cedió la palabra al Dr. Carlos A. Tomada, quien comenzó explicando que el diálogo social se da cuando frente a una determinada situación de crisis se busca su solución mediante la interlocución de la empresa y una representación sindical. Acto seguido, aclaró que se presta a discusión en aquellos modelos económicos sociales orientados al puro mercado con una política inclinada a lo financiero, dado que tendrán menor necesidad de diálogo al interior de su construcción política que aquellos modelos que sostienen un crecimiento económico basado en la producción de bienes y servicios.
Indicó que no todos los autores, ni todas las fuerzas políticas, creen que el diálogo social sea un elemento indispensable para medir la calidad de la sociedad, ya que es el mecanismo más eficiente para procesar los conflictos sociales, pero si ésta tiene como objetivo el crecimiento a través de la producción, necesariamente generará condiciones para que sea inevitable.
Asimismo, aseguró que el diálogo requiere de la participación de la voluntad y del saber, por parte de los actores sociales, del rol del Estado y de una necesidad de contar con la presencia gubernamental, convencida de la importancia del mismo, entendiéndolo como “un reconocimiento del otro, escucha del problema y búsqueda tripartita de la solución de ese problema”. No obstante, añadió que se ha visto cuestionado, por sectores que plantean que es una interferencia al funcionamiento del sistema democrático porque implica una presencia corporativa que sustituye -o pretende hacerlo- al funcionamiento del Poder Legislativo, sin tener en cuenta que el diálogo social enriquece a un Estado democrático constitucional aportando un valor agregado que creará otros niveles de participación.
Resaltó la incertidumbre sobre si debe ser limitado, en relación a los actores que lo componen, o si debería ampliarse hacia otros sectores para que intervengan; pero, hasta el momento, la representación de los actores sociales ha sido el núcleo, y la presencia de otros no debería desvirtuar esta idea de colocar al trabajo como eje fundamental de la integración de una sociedad.
Entretanto, declaró que según cada una de las sociedades, la instalación del diálogo social responde a la tradición cultural, a su idiosincrasia, que ese país tenga en el marco de sus relaciones laborales, más que a una construcción académica, copiando lo que hace o deja de hacer el país vecino.
Del mismo modo, entendió que se trata de un mecanismo virtuoso en la medida en que no plantee una situación de que todos ganan, sino en espacio en el que todos ceden algo, algunos más, otros menos, ya que no existe una medida de lo que haya que ceder, ni es necesario que sean bienes materiales o patrimoniales porque, en algunos casos, basta con que sean simbólicos.
Por otra parte, remarcó que el Consejo Económico Social sería el grado más alto de institucionalización, ya que éste conforma un cuerpo que cumple la tarea de motivar al diálogo pero “en Argentina funciona un pacto social implícito, no un diálogo social institucionalizado, en ciertos terrenos, como el laboral, como una suerte de construcción de diálogo entre el Gobierno, los sindicatos y los empleadores”, que ya ha tenido cinco rondas de negociación colectiva, permitiendo mantener una política de ingresos activa, a partir de acuerdos y consensos entre sindicatos y empleadores.
Hacia el final de su ponencia, puntualizó los rasgos característicos que tiene la Argentina en su área socio-laboral, de los espacios de diálogo social, siendo éstos: el Consejo Nacional del Empleo, Productividad y Salario Mínimo; el Consejo Nacional del Trabajo Agrario; la Comisión tripartita de Igualdad de Oportunidades; la Comisión Nacional para la Radicación del Trabajo Infantil; y, por último, los Consejos Sectoriales de Formación Profesional.
Finalmente, dijo que “si no debatimos las ideas, vamos a terminar creyendo que cuando hay una crisis es por culpa de alguien que se equivocó, cuando en realidad son por las malas ideas. Por eso vale la pena, siempre que se pueda, debatirlas”.
Por último, el Dr. Diego Fernández Madrid a modo de cierre agradeció la presencia de los asistentes y en particular al Ministro de Trabajo de la Nación por la exposición brindada.