Conflictos legales y económicos en empresas recuperadas
El pasado 15 de mayo el Departamento de Ciencias Sociales organizó la actividad “Conflictos legales y económicos en empresas recuperadas” en el Salón Verde. La conferencia fue coordinada por Martín Krause (secretario del Departamento de Ciencias Sociales).
Luego de una breve introducción, Hernán Eduardo Neyra (profesor de la Facultad de Ciencias Económicas y el Ciclo Básico Común de la Universidad de Buenos Aires) señaló: “Las empresas recuperadas tienen una alta valoración social dependiendo de la época. No siempre las recuperaciones de empresas fue algo bien visto”. Acto seguido, remarcó que este fenómeno de recuperación apareció con mucha fuerza sobre los fines de la convertibilidad, donde muchas empresas nacionales terminaron quebrando debido a la fuerte competencia con productos importados. Esto produjo una profunda crisis social por el producto del masivo desempleo generado por el cierre de estas empresas. Este conflicto presionó al Estado para que encuentre soluciones rápidas. “Entre 1999 y 2002 se generan 50 recuperaciones. Para el 2004 pasan a ser 169, y en el 2010 se producen 251. Finalmente, 367 son las empresas recuperadas en el 2016”, informó. Por otro lado, el orador explicó que dentro de la teoría del liberalismo económico no está contemplado el fracaso de las empresas. “Para la teoría económica liberal, el no saber gestionar es un problema del empresario, por lo tanto indica que su castigo por no hacer bien las cosas es que pierda todo, así como sus empleados”, opinó.
Neyra reveló que muchas de las viejas empresas recuperadas se habían vuelto obsoletas, sin mano de obra ni capital para seguir con la actividad, estaban a cargo de cooperativas mal manejadas, sin experiencia y sin intención de dirigir una empresa. “Por lo tanto queda una empresa que no tiene futuro, no hay forma de pensar en esta empresa en términos positivos por la forma social adoptada que no les prohíbe contratar trabajadores. Y además tiene este conflicto que los trabajadores se siguen viendo como trabajadores, no como cooperativistas”, argumentó.