Complejidad, contingencia y riesgo en la Teoría Sistémica
El pasado 27 de octubre nuestra Facultad recibió la ilustre visita del profesor de la Universidad de Lecce, Raffaele De Georgi, quien dictó una conferencia sobre “Complejidad, contingencia y riesgo en la Teoría Sistémica”. Reconocido por sus trabajos en sociología y filosofía del derecho, este académico italiano fue discípulo del destacado sociólogo Niklas Luhmann con quien escribió el libro Teoría de la Sociedad. La conferencia fue organizada por la Facultad de Derecho de la Universidad del Comahue y el Instituto de Investigaciones Ambrosio L. Gioja de la Facultad de Derecho.
Luego de una breve presentación efectuada por el Dr. Carlos Cárcova, Director del Instituto Gioja, realizó una introducción al prestigioso invitado el profesor Guilherme Leite Gonçalvez, quien tradujera al portugués la reciente publicación de De Georgi titulada Direito, tempo e memória. Dentro del retrato con el cual describió al autor italiano, Gonçalvez comentó que la obra de De Georgi puede dividirse en tres etapas. La primera, en su juventud, influido fuertemente por Alessandro Baratta y Niklas Luhmann, estuvo signada por cierta búsqueda de rigorismo científico y exploración teórica. En un segundo momento, se da un vuelco en su carrera y se dedica de lleno a la crítica teórica, desde la cual, a través de la literatura —sobre todo el realismo fantástico—, se lanza contra los paradigmas iluministas y positivistas dominantes. Finalmente, una tercera etapa se visualiza en este último libro que escribió, en el cual plasma sus visiones sobre el tiempo y la memoria como los factores que determinan la lectura del presente y la funcionalidad del derecho moderno.
Finalizada la introducción, el profesor Raffaele De Georgi dio comienzo a su disertación. Tomando como eje el fenómeno de las paradojas, trajo a colación el pensamiento de distintos autores famosos de la filosofía y la literatura occidental, por ser quienes mejor visualizaron las situaciones trágicas de la representación de la realidad. De esta manera, Hegel sostenía que el gran problema del pensamiento lógico se encontraba en sus comienzos, en la proposición de absolutos iniciales que conducían a una circularidad sin salida. Fue también Einstein quien percibió el acontecimiento paradojal, cuando advertía que la actividad reflexiva del hombre se encuentra por una parte aislada de la realidad que observa, pero a la vez causa consecuencia dentro de ella. Por el lado de la literatura, autores como Saramago, Brecht, Kafka o Borges describieron dicha situación angustiosa, donde los hechos pueden ser y no ser al mismo tiempo.
Después de citar a estos personajes, De Georgi llegó a la conclusión de que todos ellos dejan entrever que “las paradojas también pueden ser productoras de realidad”. Allí es donde mejor se evidencia el problema del pensamiento moderno occidental, que parece no tener potencialidad frente al fenómeno paradojal; no tiene respuesta para ello. Nuestro invitado, no obstante, arriesgó que el quid de la cuestión está en la representación que hacemos del presente. “Nos encontramos ante la primera sociedad que se considera a sí misma moderna” —expresó— por el hecho de que se trata de una sociedad que se propone reconstruir su propia historia.
De esta manera, para De Georgi, nuestra concepción del tiempo es la que demuestra más cabalmente la intromisión de la paradoja en la lógica moderna. “El presente está determinado —por el pasado—, pero a la vez está indeterminado —por nuestra idea de futuro—”, argumentó nuestro académico, para quien de este modo lo que existe es una “construcción paradójica del presente”.
Por otro lado, aquello que nos permite representarnos el presente es el fenómeno de la memoria. No entendida como una acumulación de recuerdos sino como una selección tensada entre recuerdos y olvidos, “una reconstrucción permanente”. “La memoria del derecho es la realidad” —agregó Gonçalvez.
En este sentido, De Georgi explicó que la tradición iluminista opera a través de un mecanismo de ocultación de las paradojas, principalmente por medio de dos instrumentos. El primero consiste en la idea de escasez de recursos, que permite el nacimiento de la economía moderna. El segundo, es la idea de normatividad de la justicia, que hace del derecho una garantía de razonabilidad. “Éstos dos instrumentos son los que nos posibilitan visualizar un futuro” —sostuvo nuestro invitado—, puesto que nos otorgan seguridades (económicas, políticas y morales).
Tomando la visión de Schiller, De Georgi describió a la razón moderna como “bárbara” porque es una razón que tiene el monopolio de sí misma y la solución para todas las posibilidades. Para nuestro profesor, debemos, por el contrario, construir una teoría “salvaje” de la realidad, atravesada por contingencias, multiplicidades y riesgos. Este rol podría cumplirlo, en definitiva, la Teoría de los Sistemas, que piensa la realidad en términos de permanente variación y tensión de todos sus componentes.
“Todavía tenemos la posibilidad de observar la complejidad de la realidad” —concluyó De Georgi—, para quien nuestra existencia debe consistir, inevitablemente, en una construcción permanente.