Cambio climático: perspectivas ante la cumbre de líderes convocada por el presidente Biden
El pasado 15 de abril se llevó adelante la jornada "Cambio climático: perspectivas ante la cumbre de líderes convocada por el presidente Biden", que fue organizada en conjunto por el Centro de Derecho Ambiental y el Programa de Actualización en Cambio Climático.
En esta oportunidad, expusieron Agustina Cundari (especialista en Derecho y Políticas del Cambio Climático, UBA, y en Acuerdo Multilaterales Ambientales, University of Eastern Finland & UN Environment Programme), Alvaro Zopatti (licenciado en Relaciones Internacionales por el Instituto Universitario de la Policía Federal Argentina; magíster en Relaciones y Negociaciones Internacionales por FLACSO-San Andrés; magíster en Relaciones Económicas Internacionales, Universitat de Barcelona; y magíster en Relaciones Internacionales, UBA), Javier Corcuera (licenciado en Ciencias Biológicas, UBA; estudios de postgrado en la Universidad de Barcelona) y Alieto Guadagni (PhD en Economía; miembro de Academia Educación; miembro de la Academia Ciencias del Ambiente; exsecretario de Energía de la Nación). Moderó Leila Devia.
Para comenzar, expuso Agustina Cundari. La oradora puso de manifiesto “la importancia de continuar promoviendo el fortalecimiento de la agenda de adaptación a nivel internacional a través de la cooperación multilateral”. Y puntualizó: “Para ello, el financiamiento, el desarrollo de nuevas tecnologías y la creación de capacidades constituyen un rol central para los países en desarrollo a fin de cumplir con los compromisos internacionales adoptados en el marco del Acuerdo de París”.
Por su parte, Alvaro Zopatti desarrolló: “La política exterior de los Estados Unidos en materia climática es de relevancia para todo el mundo dada su influencia en los demás países y en la opinión pública. Sin embargo, es también relevante observar el comportamiento interno de los Estados Unidos, en particular la performance de los estados en términos de emisiones y en materia de políticas. Esto se observa en el hecho de que si bien las últimas administraciones (Obama-Trump) han tenido enfoques diametralmente opuestos, las emisiones de Estados Unidos se mantuvieron oscilando en un rango relativamente acotado. Por ello, una mirada más allá de las declaraciones políticas es precisa para entender las implicancias concretas del actuar de los Estados Unidos en materia de cambio climático”.
A continuación, Javier Corcuera expuso que “si bien la cumbre convocada próximamente por Biden parece ser más una señal interna que externa, el impulso que puede darle a los próximos pasos en relación con el cambio climático puede ser importante. Más adelante veremos si promueve un compromiso voluntario y laxo, como el Acuerdo de París, o una nueva variante basada en un esquema vinculante como lo fue el Protocolo de Kyoto”.
En este marco, sostuvo que las ciudades son parte central del problema y de la solución. “Un reciente estudio global sobre más de 1300 urbes muestra que tan solo 130 metrópolis pueden estar generando casi el 70% de las emisiones GEI mundiales. Es en ellas (en su mayor parte localizadas en Asia) que un nuevo acuerdo debería enfocarse para abordar el objetivo de reducir significativamente las emisiones con la mayor eficiencia en la inversión”, detalló y agregó: “Análogamente, cada país tiene algunas metrópolis (en el caso argentino, AMBA, Rosario, Córdoba) donde debería enfocar varios de sus esfuerzos de mitigación y adaptación. Pretender descarbonizar todo un país es poco viable y más costoso”.
Finalmente, Alieto Guadagni planteó que “se estima que las emisiones energéticas de CO₂ en el 2050 serían apenas 10 por ciento menores a las actuales. Deberían ser más del 90 por ciento inferiores para que la temperatura no aumente más de 1,5° C”. Por ello, explicó que “deberíamos bajar la producción de carbono en un 92 por ciento, la de petróleo 78 por ciento y la de gas 41 por ciento. Las limpias deberían ser cinco veces mayores a las actuales”. Y resaltó que “si uno quiere tomarse en serio el Acuerdo de París tiene que tener bien claro cómo se reducen las emisiones”.
En cuanto a la reunión convocada por Biden, manifestó que espera que pueda contribuir a definir una nueva política energética de alcance global. “El objetivo es discutir nuevas medidas para atajar la crisis climática tanto dentro como fuera de la frontera. El documento es bastante expresivo: la cuestión ambiental como un elemento esencial de la política exterior y de la seguridad y plantea un significativo incremento en la ambición global en la reducción de gases contaminantes con el objetivo de alejar un horizonte peligroso y potencialmente catastrófico para el planeta”, detalló y expresó: “Bienvenido este cambio en la posición de Estados Unidos porque recuerdo que por dos gobiernos republicanos saboteó los acuerdos internacionales (...). Todo esto lo pone en un tembladeral porque quiere decir que si Estados Unidos está sujeto a los vaivenes de la alternancia republicana demócrata, se corre el riesgo de que todo esto quede en el aire porque no hay continuidad y, además, pierde credibilidad”.