Bioética y Derechos Humanos en la perspectiva de la Corte IDH y el Código Civil y Comercial vigente
Con la organización del Seminario Permanente de Investigación en Bioética, el pasado 22 de junio en el Salón Azul se realizó la jornada “Bioética y Derechos Humanos, en la perspectiva de la Corte IDH y el Código Civil y Comercial vigente”, a cargo de Santiago Cantón (secretario de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires), Augusto Pérez Lindo (doctor en Filosofía, profesor e investigador universitario) y Jorge C. Berbere Delgado (profesor titular de la Facultad de Derecho - UBA), cuyas ponencias fueron moderadas por Eduardo Butori (coordinador del Seminario Permanente de Investigación en Bioética).
En primer lugar, Jorge C. Berbere Delgado manifestó que “estamos atravesando una etapa de transición en la que hay mucha confusión legislativa y hemos tenido profundos cambios”. Asimismo, sostuvo que lo que se debe analizar es de qué sistema jurídico venimos y a qué sistema jurídico vamos para poder comprender la aplicación y la interpretación del derecho. Sin embargo, subrayó Berbere Delgado, “en los últimos años se generó una nueva expectativa y una nueva cultura jurídica. El conflicto que vamos a encontrar lo vamos a tener frente al Código Civil y Comercial (CCyC)”, ya que de un sistema de reglas comenzamos a funcionar en un sistema de estándares y principios con un panorama amplio para su aplicación y que somos nosotros los encargados de desentrañar.
Por otro lado, resaltó que no debemos olvidar que la moral es una herramienta de coherencia y consolidación social. Agregó, más tarde, que teniendo en cuenta los cambios de paradigmas y avances científicos, como la neurociencia, la biotecnología y los biotemas fundamentales para poder seguir viviendo en este mundo globalizado, “nuestro cuerpo civil ha incorporado al cuerpo humano y ha tratado y trata a la persona humana”.
A su turno, Santiago Cantón expresó que la historia de la última década en nuestro país muestra una vinculación muy fuerte a nivel nacional de todo lo que fue decidido por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y por la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Por otra parte, indicó que tanto la noción de bioética como la noción de derechos humanos son conceptos milenarios. “Sin embargo, es interesante ver cómo la visión de la bioética moderna y con un sentido normativo y la noción de los derechos humanos surge en el mismo momento y por los mismos motivos. En este sentido, enfatizó la vinculación que existe entre estos conceptos y explicó: “Desde el punto de vista normativo, la bioética surge con los Juicios de Núremberg en 1947”. En este marco, se refirió al Código de ética médica de Núremberg, que resultó de las deliberaciones de estos juicios, en el cual se plantea de entrada el valor del consentimiento previo. “Ambos surgen a raíz de las atrocidades cometidas en la Segunda Guerra Mundial y la necesidad de crear normas a nivel internacional para ponerle límites y que esas cosas no vuelvan a pasar”, subrayó.
Luego desarrolló sobre el sistema universal de derechos humanos, el sistema internacional de derechos humanos y los sistemas regionales.
Finalmente, Augusto Pérez Lindo presentó un enfoque filosófico y sociológico sobre la bioética y la desintegración social. Dentro de este marco, puso de manifiesto la necesidad de colocar en el centro de todos los problemas contemporáneos la biopolítica, bioética, la cultura de la vida y el derecho a la vida. “El espectro de la desintegración social nos resulta familiar en Argentina. Ahora que en el mundo se sienten los impactos de la globalización, de la informatización, de las guerras, de la pobreza y de la crisis económica, el contrato social parece más vulnerable que nunca”, reconoció.
Por otra parte, enfatizó que “deberíamos fortalecer la educación en todos los niveles para hacernos cargo dentro del sistema educativo de que estamos sufriendo miles de hechos de violencia escolar, ahora, incluso, en la universidad”. Concluyó: “Debemos colocar la bioética en el centro de los debates educativos y políticos, y debemos llegar a un pacto biopolítico para crear una nueva cultura de la vida y de las relaciones sociales fundada en principios bioéticos”.