Bioética y biopolíticas en la perspectiva pospandemia
El 25 de junio tuvo lugar la jornada “Bioética y biopolíticas en la perspectiva pospandemia”, organizada en conjunto por la Fundación de Estudios para la Justicia (Fundejus) y el Seminario de Investigación Permanente en Bioética y sobre Dilemas Bioéticos en el Derecho de Familia del Instituto Gioja.
En este marco, expusieron Paula Siverino Bavio (miembro del Comité Internacional de Bioética, Unesco), Augusto Pérez Lindo (profesor del Doctorado en Políticas y Gestión de la Educación Superior de la UNTREF), Mariana Urquijo (profesora e Investigadora de la Universidad Católica de las Misiones, Posadas) y Jorge Berbere Delgado (profesor de la Facultad). Coordinó Noemí Rempel (profesora de la Facultad).
La presentación estuvo a cargo del presidente de Fundejus, Joaquín Pedro da Rocha, y luego tomó la palabra la coordinadora. “Esta situación extraordinaria, casi surrealista, que estamos viviendo convoca necesariamente a la bioética a expedirse sobre determinados temas nuevos que aparecieron con la pandemia y temas viejos que se convirtieron. Desde la telemedicina, por ejemplo, se nos está proponiendo analizar una nueva relación médico-paciente, una relación intermediada por la tecnología donde la noción tradicional de consentimiento informado se traslada a un campo nuevo donde la reserva de guarda de los datos adquiere una relevancia diferente”, introdujo Rempel.
A su turno, Paula Siverino Bavio comenzó diciendo que“desde el análisis del trabajo tanto en bioética como en el impacto en materia institucional y de derechos humanos es muy interesante recordar esto: la toma de decisiones es en condiciones de incertidumbre, cuáles son las implicancias que tiene y qué pasa con los mecanismos de monitoreo y qué es lo que cabe esperar en materia de información”.
Asimismo, sostuvo que para quienes trabajan en bioética es una tensión permanente aquella entre la libertad individual y la responsabilidad social. “Esto genera una presión extra cuando vemos los escenarios que se han verificado en algunos lugares del mundo, y que en el caso de Argentina es el horizonte a evitar, y tiene que ver con cómo resolvemos cuestiones de distribución de recursos escasos en un contexto de eventual colapso del sistema sanitario”, puntualizó y desarrolló sobre el triaje: “Mientras que el sistema de protección de derechos en un Estado constitucional y democrático descansa sobre la preeminencia del individuo, cuando estamos en una situación de pandemia esa lógica se invierte y vemos que el bienestar de la comunidad y los valores que tienen que ver con la equidad, la solidaridad y la protección de los bienes comunitarios van a pesar más en determinadas situaciones al momento de tomar decisiones que el individuo considerado de manera clásica o regular en un escenario de protección de derechos”.
Por su parte, Augusto Pérez Lindo resaltó que “es el momento de formar biopolíticas globales y replantear el ecodesarrollo a nivel mundial como sugieren todos los movimientos ecologistas”. Además, señaló la importancia de “asumir que el tema de la calidad de vida para todos de manera igualitaria está presente en este momento y lo tenemos que aprovechar”.
Por otro lado, manifestó: “Creo que las clases dirigentes están tratando de afrontar los problemas inmediatos y coyunturales y acá viene la introducción del sujeto que llamamos universidad argentina”. Y analizó: “En Argentina 4 millones de jóvenes asisten a la educación superior, tenemos 800 mil docentes y más de 80 mil investigadores y también hay que tener en cuenta que entre la población económicamente activa, el 25% ya tiene estudios superiores”. Sin embargo, planteó que “existe un gran desaprovechamiento del capital intelectual en todas partes. En este momento sería coherente la actitud de las universidades de asumir su responsabilidad social para aportar a la reconstrucción inevitable”.
Seguidamente, Mariana Urquijo se refirió a una “filosofía de y para la vida”: “Una forma de filosofía que puede servir para desenmascarar cierto tipo de pensamientos que nos lleva a consumir la vida”. Y reflexionó: “Leer la filosofía como terapéutica del alma que se remonta al mismísimo Sócrates cuando dice ‘conócete a ti mismo’, que significa la condición de posibilidad de una sociabilidad cooperativa, solidaria y fraternal que podemos imaginar hoy como deseable después de esta experiencia traumática. Sócrates nos sigue invitando a un viaje interior en el que descubrimos al fondo lo que tenemos en común con los otros que es nuestra cualidad humana en la que tenemos también el descubrimiento de lo particular como yo concreto, cultural e históricamente situado”.
Finalmente, Jorge Berbere Delgado aseveró que “las responsabilidades individuales de salud que hemos aprendido frente a la autonomía de decidir sobre nuestra propia salud nos encuentra un poco fuera de contexto cuando tenemos que decidir en algo que no conocemos, que es un enemigo invisible y que no podemos controlar”. Y agregó que “lo más importante que ha pasado y que nos tiene que llamar a la reflexión es que se pone al descubierto y se visibilizan situaciones de profunda pobreza en muchos pueblos donde se ha querido disimular. En especial ha puesto en evidencia las limitaciones de los sistemas de salud, llegándose a observar en los países más ricos”. Luego subrayó: “Cuando el peligro acecha debemos aprender para construir esquemas que nos salven pero esa situación de peligro por esta pandemia nos debe dejar lecciones y realmente debemos repensar las lecciones que nos deja”.