Aproximaciones a la historia argentina desde la educación universitaria
“En el SUM del Instituto Gioja, el pasado 31 de noviembre, tuvo lugar la actividad “Aproximaciones a la historia argentina desde la educación universitaria”. En esta oportunidad, el encuentro se tituló “Capítulo Miradas femeninas: desde un enfoque sociológico” y fue coordinado por Verónica Lescano Galardi.
Organizan estos encuentros el Proyecto de Investigación Decyt 1619 (Una mirada institucionalista a la educación: ideas de Horacio C. Rivarola), el Proyecto de Investigación HyM2 (Programa de Historia y Memoria: 200 años de la Universidad de Buenos Aires) y el Proyecto UBACYT “Las representaciones escultóricas de la Justicia en Buenos Aires”.
En esta ocasión, se realizó un análisis sociológico sobre la temática, abordado por Andrea Gastron. Haciendo referencia al capítulo estudiado en esta oportunidad, Miradas femeninas: desde un enfoque sociológico, la oradora analizó el rol de los sentidos en la sociedad moderna. Explicó que “la sociedad tecnocrática privilegió el sentido de la vista. A través del avance tecnológico y el desarrollo de las pantallas, todo está centrado en el tamaño de la pantalla del celular o la computadora. Estamos pensando en la vista como sentido privilegiado”. Además, aseguró que los sentidos quedan relevados por las nuevas tecnologías, tales como los celulares. “El problema es cuando esa pantalla se transforma en lo único que miramos, entonces perdemos el contacto visual y el olor del otro”, agregó.
Seguidamente, Gastron se preguntó qué es la mirada femenina en el siglo XXI y si es una cuestión de sujeto, es decir, si los hombres pueden tener también esta mirada femenina. “Una posible respuesta, si decidimos seguir analizando el concepto de la mirada y la dominación, es que la mirada femenina sería la mirada de las mujeres sometidas que nunca tuvimos el poder en términos colectivos. O será que es una mirada desde el lugar de la obediencia, que implica cuestionar toda la estructura de dominación” manifestó y destacó que, en su opinión, la mirada femenina contiene una conciencia de género. “Es cierto que las mujeres tenemos una historia y una experiencia de vida porque nos hacemos mujeres en un mundo donde el lugar femenino está devaluado. Estas experiencias nos marcan y representan el proceso de formación de la persona social que nos convierte en mujer”, finalizó.