Actualidad y perspectivas en la integración regional: la Unión Europea después de la crisis griega
El pasado 3 de septiembre en el Salón Verde, organizada por la Cátedra Derecho de la Integración de Sandra Negro y CEIDIE, se llevó a cabo una exposición sobre integración regional luego de la crisis griega.
La exposición comenzó con el invitado, Gabriele Orcalli (Universita degli Studi di Padova), explicando que su enfoque se encuentra en la crisis en el proceso de integración europea, no en la crisis europea. Luego, describió que en los años noventa, la integración europea estaba en un momento fantástico. En 2008 se dio el inicio de la crisis financiera, se estaba creando el problema: países como Grecia, España, tenían en ese año un déficit en la balanza comercial igual al 15% del PBI; tenían préstamos por un montón igual al 15% del PBI. “Cuando fue el 1 a 1 entre pesos y dólares, no significaba que 1 peso era igual a 1 dólar, tenía una tasa de cambio que estaba igual pero en realidad eran monedas diferentes con diferentes poderes de compra”, explicó el expositor y luego, agregó que países como Grecia “no podían crecer por medio de las exportaciones porque no tenían las mismas capacidades competitivas de Alemania. Este fue el problema fundamental de la crisis, que no se podía solucionar con los instrumentos que se tenían”. Al final de su ponencia, Orcalli expuso que “la integración significa que debemos aceptar las normas de estabilidad financiera” y que si un país tiene, como Alemania, un saldo positivo y continuativo de balanza comercial, tiene que intervenir para limitar la situación de crisis en países como Grecia.
Más tarde, hizo uso de la palabra Sandra Negro que puntualizó que la crisis del año 2008 pone en evidencia en el proceso de integración europeo una serie de vulnerabilidades que habían entrado en la consideración para la formación de ciertas normas, pero es la realidad la que pone de manifiesto que estas vulnerabilidades pasaban de la teoría a práctica. “Las grandes ampliaciones que tuvo la Unión Europea pusieron de frente a una realidad, los que ingresaban necesariamente tenían menor peso económico y social, es decir, se ampliaba la brecha y además, había el mismo desequilibrio entre las regiones”, indicó y agregó que “se suma a un hecho objetivo, que tiene que ver con las condiciones económicas, en términos de desarrollo e indicadores que fueron formulados por la UE, el elemento de la percepción de la ciudadanía frente al proceso”.
“El tema de la interconexión física mejorada y, en algún caso, creada, no soslaya la consideración de los elementos disruptivos que existen en la sociedad dada la diferencia de poder adquisitivo, con el mismo ingreso o con ingresos similares entre las distintas poblaciones”, resaltó la profesora y seguidamente, agregó que de la misma forma que la UE no ha encontrado un camino para tener una política fiscal única, tampoco ha encontrado una vía para hacer de los mecanismos que dispone avanzar hacia la completa armonización en temas migratorios.
“La integración significa que debemos aceptar las normas de estabilidad financiera”, expuso Gabriele Orcalli.