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Año X - Edición 187 01 de diciembre de 2011

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A cincuenta años del régimen jurídico antártico

  • Notas

Con motivo del 50° aniversario de la entrada en vigencia del Tratado Antártico, celebrado el 23 de junio de este año, el pasado 17 de noviembre tuvo lugar en el Aula Magna de la Facultad de Derecho una jornada organizada por la cátedra de la Dra. Lilian del Castillo perteneciente al Departamento de Derecho Público II. Participaron del evento los Dres. Ángel Ernesto Molinari (Profesor titular de Derecho Internacional Público – Universidad Católica Argentina), Enrique Marschoff (miembro del Instituto Antártico Argentino), Lilian del Castillo (Profesora titular de Derecho Internacional Público – Universidad de Buenos Aires) y Ariel Mansi (Profesor titular de Derecho Internacional Público – Universidad Nacional de Mar del Plata). La moderación estuvo a cargo de la Dra. Irma Alejandra Ferrante.

En primer término, el Dr. Ángel Ernesto Molinari analizó “Los foros antárticos: un balance”. Así, abordó los mecanismos jurídicos de negociación en el campo específico del Tratado Antártico, destacando que este Instrumento jurídico cumplió medio siglo y se ha aplicado con un alto grado de eficacia por las partes miembros del mismo y por la comunidad internacional en el reconocimiento de que resulta un instrumento útil para la región. Asimismo, señaló que los foros antárticos no poseen una autoridad claramente establecida sino que se concentra la discrecionalidad de la negociación en las Reuniones Consultivas que son anuales, entre los Estados miembros para negociar la administración de la Antártida en términos aceptables. Dentro de las Reuniones Consultivas aparecen dos instituciones bien marcadas: la reunión de jefes de delegación, que mantienen un contacto directo sobre temas puntuales de la agenda; y el Presidente de la Reunión Consultiva, que emerge cada año como una suerte de funcionario Internacional y lleva a cabo la coordinación y la armonización de los intereses en juego en cada reunión de los Estados miembro del Tratado. Resaltó además que la adopción de las decisiones por consenso no es muy común en los Organismos Internacionales y precisó como principios clave la no militarización y no nuclearización, que han sido cuestiones centrales de la posguerra.

Por último, remarcó que “el Tratado Antártico está construido sobre principios de Derecho Internacional general y principios ius cogens, tratando de tutelar ese espacio en beneficio de toda la comunidad”. Se refirió también a la convergencia de otros Tratados Internacionales con respecto al área de aplicación, como la Convención de derechos del mar.

Seguidamente, el Dr. Enrique Marschoff aportó su reflexión sobre la conservación de los recursos vivos marinos antárticos. En este sentido, indicó que la Antártida es un sistema relativamente aislado donde se da una biología muy particular, caracterizada por ausencia de especies terrestres, y donde la fauna y flora dependen del mar. Mencionó asimismo al krill, organismo que ha tomado más notoriedad cuyo ciclo de vida es muy complejo, ya que depende de acoplamientos de corrientes marinas, pero en toneladas es la biomasa más grande en el mundo. Examinando la explotación de la especie, explicó que para que haya un recurso éste debe ser accesible y debe existir un mercado. Además, hay dos formas posibles de explotarla, con un único objetivo que es la rentabilidad, y dos estrategias a corto y largo plazo. En este orden de ideas, comentó que no es lo mismo que las compañías actúen en forma independiente, toda vez que si uno conserva y los otros depredan, en el largo plazo se acaba la especie o disminuyen las capturas; el que conservó, pierde y el que depredó, gana. En consecuencia, la explotación de recursos va a ser siempre depredatoria porque es la estrategia más rentable, dado el objetivo de rentabilidad. Sin embargo, observó que si se quiere una estrategia a largo plazo debe controlarse, lo cual genera un costo, que depende de la estrategia que se quiera imponer.

Por otra parte, hizo referencia a las distintas especies que fueron explotadas en el Océano Sur y a la expansión de la caza de ballenas. Finalmente, aludió al desarrollo de un sistema por el cual comenzó la apropiación por los Estados de los recursos más allá de las 3 millas que termina con el establecimiento de la zona económica exclusiva de 200 millas.

A su turno, la Dra. Lilian del Castillo expuso sobre “Las aguas subglaciales: nueva dimensión del medio ambiente antártico”, indicando que éstas eran un recurso que hasta hace 20 años era desconocido. De tal modo, aclaró que el continente antártico tiene una base rocosa y sobre ella, hay un promedio 2.000 mts. de espesor de hielos permanentes, que llega a 400 en algunas zonas. Así, mediante imágenes satelitales comenzaron a percibir manchas oscuras debajo del casquete antártico, tratándose de líquidos que resultaron ser lagos de gran envergadura y cursos de aguas que forman cuencas. Por lo tanto, hay todo un sistema hidrológico subglacial. Con ensayos y evaluaciones técnicas, se identificaron unos 145 lagos bajo el casquete, conectados por cursos de aguas que forman cuencas. Subrayó que se piensa que estos ambientes subglaciales pueden tener una antigüedad entre 400.000 años y 15 millones de años. Advirtió entonces que se suspendieron las perforaciones realizadas por parte de los rusos, quienes tomaron muestras, precisando que las corrientes subglaciales permiten que estén conectados entre sí.

Para finalizar, Ariel Mansi hizo alusión a “Los primeros 50 años del Tratado Antártico: evolución y perspectivas”, señalando que en esta región debe reinar el espíritu de cooperación, por lo cual es aconsejable realizar análisis de impacto ambiental. Se refirió entonces a las reuniones y grupos de trabajo sobre temas específicos. Advirtió que con el turismo, se introduce el interés comercial más allá de la pesca pero debe tratarse de que el visitante no genere un impacto ambiental negativo. En tal sentido, marcó que dejó de ser un medioambiente prístino como lo era hace 20 o 30 años, sobre todo, los mares. En el campo de las actividades turísticas y no gubernamentales, se deliberó en torno a algunos ejes básicos: se mantuvo un intenso intercambio de opiniones sobre asuntos estratégicos del turismo antártico; se abordaron cuestiones relativas a los mecanismos de supervisión del turismo; se analizó la prevención de los ingresos no autorizados en la Antártica; se procedió a la revisión de la normativa existente para la regulación del turismo.

Anunció además que la próxima Reunión Consultiva será en junio próximo en Australia, que también es la Sede para la conservación de los recursos vivos marinos antárticos. Destacó al consenso como regla de oro, que debe ser mantenido a rajatabla para que el sistema funcione y que la navegación debe observar los requisitos previstos en el Tratado.

“El Tratado Antártico está construido sobre principios de Derecho Internacional general y principios ius cogens, tratando de tutelar ese espacio en beneficio de toda la comunidad”, observó el Dr. Ángel Ernesto Molinari.