Unión Europea: 1957-2017
A 60 años de la firma de los Tratados de Roma
Luciana Gil, Patricio Degiorgis, Sandra Negro, Lorenza Sebesta y Davide Caocci
El pasado 28 de marzo en el Salón Azul se llevó adelante la jornada de reflexión titulada “Unión Europea: 1957-2017. A sesenta años de la firma de los Tratados de Roma”, en manos de Patricio Degiorgis (Universidad de Belgrano y Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales), Lorenza Sebesta (Università di Bologna, representación en la República Argentina), Davide Caocci (Universidad Austral, Escuela de Política, Gobierno y Relaciones Internacionales de la Facultad de Derecho) y Sandra Negro (UBA). Organizaron en conjunto la Cátedra de Derecho de la Integración Dra. Sandra C. Negro, Punto Europa, Universidad de Bologna, Representación en la República Argentina, la Cátedra de la Unión Europea de la UCES y la Escuela de Política, Gobierno y Relaciones Internacionales de la Facultad de Derecho de la Universidad Austral.
La introducción a la conferencia estuvo a cargo de la secretaria académica Silvia Nonna, quien manifestó: “Hace 60 años se producía un hito realmente para recordar, algo que apuntaba a un mundo con una actitud y con decisiones absolutamente novedosas y distintas. Han pasado 60 años, han pasado muchas cosas, de las buenas y de las no tan buenas”.
La coordinadora de la actividad Luciana Gil, señaló que la idea del evento “es compartir con nuestros especialistas en distintas dimensiones de la integración regional, especialmente integración europea, sus reflexiones acerca de lo que se llama actualmente la crisis de la Unión Europea (UE) y sus posibilidades futuras”.
Acto seguido, Patricio Degiorgis manifestó que hay que celebrar los 60 años de la firma de los Tratados de Roma que complementaron y perfeccionaron el que ya se había firmado antes en París, en el cual se creaba la Comunidad Europea del Carbón y del Acero. “Pero celebremos, fundamentalmente, el triunfo de la paz en un continente que es centro neurálgico de Occidente como expresión cultural amplia, al que sin duda pertenecemos, que no conoció en toda su historia un período tan extenso de ausencia de conflictos bélicos entre sus pueblos miembros de los que hoy componen la UE. Esto es un hecho de una relevancia trascendental que no debería pasar desapercibida ni un solo día”, subrayó.
Lorenza Sebesta, a su turno, realizó una serie de consideraciones críticas sobre el presente de la UE pero “ya que estamos recordando el aniversario de la firma de los tratados de Roma voy a utilizar lo que pienso que ha sido el gran logro político de nuestros padres fundadores para sugerir una vía de salida al callejón sin salida en el cual nos hemos puesto hoy en día por el medio de supuestos documentos alentadores de debate como lo es el Libro Blanco, que hace poco publicó el presidente de la Comisión Europea”, expresó. Manifestó luego que los primeros tratados de integración europea tenían una forma de utopía realista porque fueron tratados que partieron de un análisis muy certero de lo que había vivido Europa por lo menos en los 30 años precedentes.
Más tarde, Davide Caocci sostuvo que en el pasado Europa encontró su fuerza para construirse desde las cenizas de la Segunda Guerra Mundial, “allá los pueblos europeos tanto los ganadores como los perdedores, todos estaban marchando sobre cenizas”. Luego, expuso que “hoy en día Europa está viviendo la crisis que todo el mundo está viviendo. Está viviendo una crisis que toca los tres sectores de la vida común: el económico, el social y el político”. Criticó, asimismo, que en el aspecto social en estos años no se hizo nada. “Si ustedes van a ver el monto del balance del presupuesto europeo para algunos programas sociales, en estos años se redujeron”. Por otro lado, resaltó: “El desafío más grande que yo veo es la necesidad de reformar las estructuras de la UE y, entonces, reformar el sistema de los tratados”. Finalmente, Sandra Negro analizó: “Creo que es importante reflexionar sobre cuál ha sido el rol en este tiempo de la política comercial común”. Indicó que se refería particularmente a esta política porque cree que “en ella se conjugan buena parte de las distintas características y distintos métodos de integración. Asimismo, confluyen los objetivos de la construcción europea”. Recordó que aún antes de existir el tratado de la Comunidad Económica Europea, o sea antes de estos 60 años, las reuniones preparatorias ponían el acento en la necesidad de políticas como esa y esto era a la luz de objetivos diversos, no simplemente objetivos económicos”.