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La Complejidad en la Educacion Juridica de Posgrado

Comunicación del Dr. Miguel Ángel Ciuro Caldani (*)

A) La complejidad del posgrado en general

1. Uno de los mayores desafíos de nuestro tiempo, a los que ha de atender también la educación jurídica de posgrado, es la aptitud para la consideración de lo complejo.
La propia complejidad de la expresión "educación jurídica de posgrado" es reflejo de la riqueza del plexo temático a tener en cuenta en la actividad de nuestro Departamento. En este marco se ha de desarrollar una estrategia educativa que con los necesarios despliegues tácticos satisfaga las múltiples necesidades del área.

La estrategia ha de atender a la realidad existente y a las posibilidades y necesidades de cambio, considerando los recursos con que se cuenta; la viabilidad de la conducción; los recipiendarios de la educación y sus alcances más o menos beneficiosos; la audiencia para tomar las decisiones y el juego que ha de darse a la planificación y a la marcha espontánea de las propuestas.

Nuestro Departamento se ha desarrollado con predominio de la espontaneidad en las propuestas educativas, pero vale considerar la posibilidad de complementarla con una planificación tendiente a cumplir ciertos objetivos que se consideren valiosos, por ejemplo, en cuanto a despliegue de todas las potencialidades existentes.

Para una comprensión más amplia de las aspiraciones que puede asumir el Departamento, vale atender a las perspectivas de complejidad temporales, materiales y personales de la educación jurídica de posgrado.

B) Perspectivas especiales

a) La complejidad temporal

2. La expresión "posgrado" indica un sentido temporal situado "luego" del grado, pero en un complejo en que se entrelazan el pasado, el presente y el porvenir. El tiempo humano, que concebimos como temporalidad, cargada de oportunidades vitales, requiere una profunda atención de las vinculaciones entre los tres momentos.

La graduación universitaria produce un "corte" en el tiempo que, como todos los cortes de un complejo, tiende a producir seguridad. Tradicionalmente el grado asegura a los graduados, y de cierto modo a la sociedad, respecto del reconocimiento social y de las aptitudes adquiridas. Sin embargo, la fuerte interrelación entre el pasado y el futuro, sobre todo por la gran influencia que éste ejerce en razón de los grandes cambios históricos de esta época, quizás constitutivos de una nueva era, hace imprescindible que el proceso educativo continúe después de la graduación, de manera permanente. La graduación, que a nuestro parecer podría constituir el compromiso definitivo con la Institución, suele significar cierto tipo de "expulsión".

En el curso de la temporalidad es relevante la articulación del grado y el posgrado. Aunque se ha de procurar que el posgrado no sea la solución de deficiencias de grado, a veces la realidad exige considerar la cuestión entendiendo que al fin siempre es mejor superar que soportar una deficiencia.

Pese a que las circunstancias han impuesto la necesidad de arancelar las actividades docentes e incluso de considerar lo producido como recurso general de la Facultad, no hay que olvidar que los recursos que se destinan a la educación, con caracteres especiales a este nivel de posgrado, constituyen siempre una inversión y no un gasto.

En un cambio de era de la historia como el que quizás se está presentando, la seguridad ha de lograrse a través de una constante asunción de la inseguridad. El saber de posgrado, incluso en los niveles de mayor profundidad, ha de ser, sobre todo en tiempos como el nuestro, un conocimiento constantemente renovado. De aquí la importancia de la interrelación con los espacios de investigación y de la evaluación permanente de la tarea educativa. Un departamento es una unidad de docencia e investigación, relativamente distinta de la escuela, más caracterizada por ser un conjunto de profesores y alumnos.

Es más: sin desconocer las diversidades ha de considerarse la posibilidad de complementación temporal de los distintos niveles de posgrado (v. gr. especializaciones, maestrías y doctorado) y que, concluidos los estudios tradicionales de posgrado con el doctorado, quede abierta la posibilidad de los estudios posdoctorales.

b) La complejidad material

3. A nuestro parecer, la complejidad material ha de plantearse en la construcción del objeto jurídico y del objeto educativo, cada uno con satisfactorios alcances internos, de facticidad, lógica y referencias valorativas , y externos, de relacionamiento de los dos objetos entre sí y con el resto de las perspectivas humanas.

En cuanto al objeto de la ciencia jurídica, consideramos que, como lo muestra gran parte de la doctrina actual, es interesante superar el avance kelseniano hacia la simplicidad pura de las normas atendiendo también a la realidad social y a consideraciones valorativas. Algo análogo aspiramos para la ciencia de la educación, mediante la superación de las construcciones lógicas en la atención de los hechos y las referencias a valores.

Es importante que la integración interna de los objetos jurídico y educacional se desenvuelva en despliegues profesionales, científicos y filosóficos atendiendo, en nuestro caso, a las diferentes posibilidades de la educación de posgrado, por ejemplo, no sólo en cursos y programas de actualización, que acompañan el curso del tiempo, sino en carreras de especialización, maestrías y doctorado, que penetran de diferentes maneras en la materia. Uno de los objetivos de la actual gestión del Departamento es ampliar la oferta de maestrías y carreras de especialización, tratando de superar incluso limitaciones del pensamiento jurídico, en muchos aspectos limitado por la mera exégesis.

Se han de completar los despliegues informativos con los formativos, a fin de atender a éstos como uno de los propósitos últimos del proceso educativo. No sólo se deben considerar los contenidos científicos y técnicos del Derecho, sino los aspectos pedagógicos en toda la complejidad de los fines y los medios pertinentes. Uno de los objetivos de la actual gestión departamental es la promoción de la pedagogía jurídica de posgrado.

Se ha de cuidar la debida articulación entre el proceso de enseñanza-aprendizaje y la evaluación. Es significativo que, respetando los distintos niveles de los planteos, los cursos, los programas, las carreras de especialización, las maestrías y el doctorado puedan nutrirse recíprocamente.

También es relevante la integración externa que vincule debidamente el saber jurídico con el resto de las ciencias, por eso suele ser significativo que los posgrados se hagan con la colaboración de diversas facultades. Es éste uno de los motivos por los que importa el desarrollo de la interdisciplinariedad.


4. La complejidad material del posgrado se integra en la complejidad de la Universidad, respecto de la cual existen múltiples modelos sostenibles. La Universidad nació en el despertar de la vida medieval con el apoyo de los poderes entonces dominantes, la Iglesia y el Imperio, y ha venido reflejando también las modificaciones de estas instituciones y del poder capitalista, que se ha convertido en otro referente de su desenvolvimiento. La Universidad "imperial", de cierto modo hoy Universidad estatal, debe afrontar en la actualidad los desafíos de la democratización de la sociedad (Universidad "pública") y de la relativa decadencia del Estado. En su evolución la institución universitaria ha llegado a abarcar un complejo de educación, formación profesional, investigación, extensión y promoción social, que puede integrarse de diferentes maneras. A veces la Universidad se ha centrado más en el protagonismo de los estudiantes, en otros casos en el papel de los profesores, en algunas circunstancias más docentes, en otros más investigadores. Cada tipo de Universidad corresponde a un tipo de posgrado . El nuestro ha de asumir las características de su pertenencia a la Universidad pública.

c) La complejidad personal

5. Estimamos que, además, se ha de considerar el complejo social, integrando aportes interpersonales. El espacio de posgrado ha de concretar con especial intensidad el proceso de aprendizaje coadyuvante entre alumnos y profesores, convocando incluso a otras facultades del país y el extranjero. Si bien el título de grado en principio habilita para continuar estudios de manera individual y se ha de mantener y desplegar la aptitud para la "autoeducación", los cauces institucionales son relevantes para un desarrollo enriquecido recíprocamente. El Departamento de Posgrado debe resolver la medida en que integrará la formación más sistemática de los graduados con otras tareas tendientes al desarrollo más allá de esos caminos sistemáticos (cursos, conferencias, grupos de estudio, etc.).

Es significativo el diálogo entre los diferentes espacios de posgrado de la misma Universidad y con otros espacios análogos de otras Universidades. Muchos temas de interés común pueden ser así mejor considerados. A su vez, se ha de atender al diálogo con el resto de la sociedad, que debe nutrirse del posgrado y ha de alimentarlo con sus inquietudes, ideas, etc. La educación, sobre todo cuando es de carácter público, ha de reconocer en su origen y destino una fuerte inserción social.

Si la educación de los niveles básicos debe preservar más las individualidades regionales y nacionales, la educación universitaria, de manera especial cuando es de posgrado, ha de contribuir a la integración de esas individualidades en una universalidad que vaya adecuándose a las posibilidades de integración espacial hasta alcanzar una proyección al fin planetaria.


(*) Dr. Miguel Ángel Ciuro Caldani: Director del Departamento de Posgrado de la Facultad de Derecho de la UBA. Investigador del CONICET.

Puede v. BOCCHI, Gianluca - CERUTI, Mauro (rec.), "La sfida della complessità", traducciones de Gianluca Bocchi y Maria Maddalena Rocci, 10ª.ed., Milán Feltrinelli, 1997.

Si bien es importante superar la mezcla que se produce en la "complejidad impura" en una "simplicidad pura", de la que se ocupó en gran medida la modernidad, hoy urge alcanzar una "complejidad pura" (es posible c. GOLDSCHMIDT, Werner, "Introducción filosófica al Derecho", 6ª. ed. 5ª. reimp., Bs. As., Depalma, 1976, pág. XVII ).

A nuestro parecer, válidas entre quienes compartan ciertos puntos de partida.

Es posible v. nuestro artículo "Doctorado, Universidad y Derecho", en "Boletín del Centro de Investigaciones de Filosofía Jurídica y Filosofía Social", Nº 7, págs. 103 y ss.

Se incluye además la organización de exposiciones aisladas de alto nivel (conferencias, mesas redondas, paneles, etc.), atendiendo de manera especial a necesidades de la Universidad y la sociedad.

Es posible v. nuestros estudios "Tarea de la cátedra de Introducción al Derecho", en "Juris", t. 41, págs. 289 y ss.; "Ubicación de la Facultad de Derecho en la Universidad", en "Investigación y Docencia", Nº 21, págs. 57 y ss.; "El "saber-poder" y el drama de la universidad argentina", en "Boletín del Centro de Investigaciones ... " cit., Nº 15, págs. 44/45.